La barrica simboliza parte del proceso, el momento en el que el tequila adquiere sabores añadidos provenientes de taninos quienes a su vez otorgan notas amaderadas, sabor tostado y notas aromáticas (avainilladas, amielas, pimientosas etc).

Dentro de ella, plasmamos figuras que se convierten en temas únicos originarios de nuestro México (jimadores, golfistas, pelea de gallos, entre otros).

Su representación de añejamiento data de la conquista de los Romanos a los Galeses, quienes en su momento descubren que los Galeses almacenaban su cerveza en barricas de madera mientras ellos, lo hacían en recipientes de arcilla (difíciles de cargar y fáciles de romper). Adquieren sus barricas para el traslado de sus vinos (en donde ahora no cargaban sino rodaban, facilitando su transportación y mediante un método más resistente) y la sorpresa fue el nuevo sabor otorgado por éstas.

Sabor y olor más suave.